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Ideas súper divertidas para que los más chicos coman frutas y verduras

¡Ideas súper divertidas para que los más chicos coman frutas y verduras!

Hacer que los más chicos coman frutas y verduras muchas veces puede ser una tarea difícil. Mantener una dieta equilibrada y variada es fundamental para que tengan un crecimiento sano y fuerte. ¡Mirá esta nota para incorporar los mejores tips!

1. La paciencia ante todo: debemos introducirlas poco a poco y ser pacientes al principio si las rechazan. La clave fundamental para conseguir que coman verduras es no forzarlos nunca, ni retarlos, ni ponerles castigos, ya que si no crearán un rechazo psicológico a las verduras y una mala asociación del sabor y la comida. La constancia y una buena educación en alimentación son muy importantes para llevar una dieta equilibrada en cualquier etapa de la vida.

2. Hacer puré: sin dudas es un plato indispensable y universal en la alimentación infantil. Tanto su composición, equilibrio de sus nutrientes y su digestibilidad hacen de él un plato ideal para el crecimiento y desarrollo del niño. Esta forma de cocinar las verduras es muy adecuada para ellos, además de darnos la posibilidad de introducirlas en gran variedad.

3. ¡Creatividad en la presentación!: cuando un alimento no entra por los ojos, debemos hacer volar nuestra imaginación y conseguir presentarlo de forma divertida y atractiva.
Por ejemplo, "dibujando" paisajes o figuritas con los vegetales, creando rostros graciosos con los diferentes alimentos, ofreciendo varias verduras de colores y formas diversas, o bien sirviendo la comida en bandejas o platos de sus personajes de animación favoritos.

4. ¡Ir de compras!: hacer la compra con los chicos es una idea buenísima para involucrarlos en la elección de las verduras que desean comer (mostrarles varias opciones y que ellos elijan la que más le apetece, suele dar buenos resultados a la hora de aceptar con más ganas las verduras), así como mostrarles la amplia variedad de vegetales que existen, animándoles a probar cosas nuevas.

5. Involucrarlos a la hora de cocinar: hay estudios que aseguran que los niños que ayudan a sus padres a cocinar consumen un 76% más de verduras y hortalizas, por elección propia, que aquellos que no se involucran en la cocina. Esto se debe, principalmente, al desarrollo de emociones positivas que les provoca sentirse útiles, además del orgullo y la independencia que genera contribuir a la preparación de los alimentos de toda la familia.

¡Manos a la obra!